• Saltar al contenido principal
  • Skip to secondary menu
  • Acerca de Nosotros
  • Carta del Editor
  • Contacto

Catracho Global

Revista Digital hondureña enfocada en temas nacionales e internacionales

  • Economía Política
    • Medio Ambiente
  • Historia
    • Política Nacional
    • Política Internacional
    • Social
    • Historia
  • Filosofía
  • Shop

El papel de la Cultura en el desarrollo – por Carlos Urbizo

octubre 25, 2021 por Catracho Global Deja un comentario

Este texto es parte de una conferencia de Lic. Carlos Urbizo que el apartó a estudiantes en San Pedro Sula, Honduras.

  1. El propósito de este ensayo es despertar en el lector un interés, una preocupación por los aspectos culturales que determinan nuestra condición o nivel de vida, y el entorno en que se desarrolla. De sobra es conocido, y nos lo remachan, que somos miembro prominente del tercer mundo. La mayoría asocia este término con pobreza, países desordenados, gobernados por dictadores o autócratas, o jefes de estado  ilegítimos  e  ilegales.    Está también relacionado muy de cerca con “repúblicas bananeras” que comprende países no necesariamente productores de banano. Conozcamos mejor estos términos. Comenzaré con el término “república bananera” por sentirnos más identificados con esa caracterización sólo por el hecho de ser productores de banano para la exportación. En ciencia políticas, se refiere a un país inestable política, económica, y  socialmente,  que  depende  de  un  producto (bananos) como lo era  Honduras  a principios del siglo pasado cuando O. Henry acuñó la frase describiéndola en su famoso libro “Cabbages and Knigs” (1904).  El origen de esa inestabilidad también tenía que ver con la influencia, grande y desproporcionada, de compañías extranjeras (United Fruit Company, en nuestro caso) que operaban a su antojo sobornando y/o chantajeando gobiernos débiles y hasta ignorantes. Hoy en día el término se aplica más a la clase de elecciones de un pueblo en donde prevalece el fraude abierto o encubierto ― incluso en Estados Unidos, y hasta persecución de adversarios políticos y privados. Es muy común oír y leer en los medios americanos que  “tal o cual elección  es  estilo  “república bananera”. En una apariencia publica reciente el Presidente Donald Trump catalogó  el  abucheo e insultos como los de una “república bananera” cuando  parte  de la audiencia gritaba  “a la cárcel!”  Refriéndose  a las elecciones para gobernador del Estado de Georgia, USA, de 2018, un titular de un artículo se refería a “manipulación de votantes a nivel  [costumbre] de república bananera”. La expresión, pues, ha evolucionado en los en los últimos cien años, y   ahora se usa libremente para cualquier irregularidad política o corrupción pública.   El término “tercer mundo” fue acuñado por un francés, Alfred Sauvy, en 1952  y se refería a países no alineados con el primer mundo capitalista, o con el segundo socialista/comunista. 
  2. ¿Como salimos del estancamiento? Algunos dentro de esa calificación, por exclusión, se autodenominan “no alineados” pero típicamente tienen  tendencias o simpatías socialistas o comunistas. El tema es, en verdad, por qué  estamos  estancados en ese “tercer mundo”, y como podríamos salir de él y pasar al primer mundo ya que el segundo colapsó comenzando poco antes del derribo del muro de Berlín. Desde luego es una pregunta que implica una respuesta amplia y profunda. Si nos ha llevado en Centro América, y más propiamente Honduras, 199 años llegar a esta condición y alto grado de pobreza, es obvio que no se podrá revertir en pocos años. Pero más que el tiempo que pueda llevar, lo importante es que comencemos a caminar en la dirección correcta. Hay muchas teorías sobre como “salir de la pobreza” y como crecer, progresar, y se desarrolla una nación. Hay un sinnúmero de teorías  económicas, pero muy pocas socio-culturales y políticas. En este ensayo voy a tratar sobre los factores culturales que conducen al desarrollo o bienestar, ampliamente entendido, de una nación. Antes de  entrar en la materia de este trabajo, es importante dejar establecido que es sistema político es fundamental y que en alto grado está relacionado con la cultura.  No obstante, si deseo manifestar, que el sistema político democrático es el único, hasta ahora, que ha logrado los mayores niveles de libertad individual y bienestar material o económico. No es accidente que los países  ricos, (capitalistas del primer mundo) sean democráticos, y que exista una mediación directa entre ambas instituciones (democracia y capitalismo – libertades políticas y económicas.) No es aventurando decir, pues, que si somos más pobres  es porque no somos democráticos. Y si alegáramos que somos democráticos y pobres, tendríamos que concluir que la democracia (y el capitalismo) en Honduras fracasó. Pero resulta que no puede fracasar algo que nunca ha existido! (le queda al lector hacer su propio análisis y reflexión sobre esta aseveración.) Pero ya que estamos en el tema, ampliemos la explicación de “pobre y no democrático”. Un pilar fundamental en la creación (o reducción de la pobreza) de la riqueza, es la inversión, pública y privada. Pero para que haya inversión es preciso que existan condiciones previas  e idóneas para que acuerda. Esas condiciones fundamentales son: libertad, seguridad, y confianza. A través de todos los tiempos se conoce fehacientemente que esas condiciones sólo pueden darse en un sistema democrático.  En el campo político democracia quiere decir, o implica, libertad individual y soberanía popular, separación de poderes, restricciones y limitaciones al uso y abuso de poder para impedir la corrupción e impunidad, capacidad institucional para detectar los abusos de poder, castigar a los culpables, y tomar los correctivos necesarios para que no se repitan. Ahora bien, la tesis de este trabajo es que una “transformación cultural” puede conducirnos a que creamos o instituyamos ese sistema político y económico que resultará en “una salida de la pobreza y un camino “hacia una vida mejor.” 
  3. Lo  que   hemos   hecho    hasta     ahora    como    nación   y gobierno  ha  fracasado  abismal  y deplorablemente. Y    esto    lo   puedo   afirmar     con     hechos     observables  y comprobables  con  facilidad:
  • 6 – 7  de  cada 10   hondureños  viven   en  la pobreza.
  • 5  de  esos  7  pobres  viven  en  la  indigencia.
  • 2  de cada 3 hogares   no   tienen   electricidad.
  • 1  de cada 2 adultos   no   terminó    la   primaria.
  • 2  de  cada  5  niños  sufren desnutrición y…. para que   seguir con la lista!
  • Un desempleo del 40% de una fuerza laboral de 7     millones de personas, trabajan apenas 4 millones (INE 2019)    
  • El salario promedio de L6,300.00 es inferior al mínimo de L9,500.00. 
  • El índice de violencia es de casi 50 por cada 100 mil personas contrasta con un promedio mundial de 6.2 (ONU).
  • Honduras ocupa el lugar 146 de 180 países en grado de corrupción. 
  • Ante    este     panorama     tan     desventurado,     sombrío      y triste (y tenemos que ser realistas si queremos revertir esta lamentable condición), me tomo la libertad de proponer o postular lo siguiente:

Lo que nuestros pueblos (el hondureño en este caso) iban a hacer o lograr en la presencia de las desventajas y obstáculos que sobresalen o prevalecen en nuestra comunidad, ya se alcanzó. Es decir, ya llegamos hasta dónde íbamos a llegar. Ya dieron todo lo que tenían que dar.

Si queremos salir de este status quo, tenemos que transformar o sustituir los modelos y estructuras políticas, económicas y sociales que nos restringen, que nos empobrecen y que nos agobian. (en fin, como se diría en jerga académica tenemos que cambiar de paradigmas.

Transformación  Cultural Más    concretamente,    tenemos     que    llevar  a   cabo   una transformación, una revolución cultural! La   cultura  que  tenemos   es   la   que    nos   ha   colocado  en la pobreza donde estamos. Es  claro,  entonces,   que   si   no  nos  gusta   donde   estamos, tenemos  que  cambiar  de  cultura. En    este   contexto,   por   cultura  me   refiero  al  conjunto   de valores, principios, actitudes o normas de conducta que una comunidad le inculca a sus miembros en el hogar, en la iglesia, en la escuela, en el trabajo, y en fin en todos los lugares o medios socializantes que el hombre crea para convivir. El modelo político-económico,  que describiré  más adelante, ha generado algunos atributos culturales en nosotros que no conllevan a la formación de una verdadera comunidad. Atributos  o deficiencias, que  no  son  muy  halagadores, y   que parecen compartirse en mayor grado en países subdesarrollados:

• Desconfianza                              • Desmotivación                               

       • Desconocimiento                        • Desdicha

       • Desinformación                           • Desesperanza

       • Desinterés (por los demás) Una verdadera comunidad es unida, considerada, bondadosa, altruista (no caritativa), sensible, solidaria. Por eso  es  que      hablo     de     una     transformación  cultural.Puesto de otra forma, si nuestra condición actual de indigna pobreza es el resultado (malísimo) de nuestras acciones (comportamiento), y nuestras acciones son el resultado de nuestros pensamientos (mentalidad o cultura), es lógico concluir que si queremos una “buena condición” (progreso / paz y bienestar), nuestras acciones (comportamiento), tienen que cambiar, y para cambiar nuestra acciones es indispensable cambiar nuestra mentalidad  (cultura). Este   es,  pues,  el   punto  de   arranque  o  de   partida!

Por gobiernos  sobre-dimensionado  debe   entenderse también un gobierno intruso, interventor y “moralizador” (entre comillas) que pretende ordenar al pueblo como debe vivir y trabajar con el pretexto del bien común, de promover el bienestar del pueblo, logrando con eso más bien un resultado diametralmente opuesto.

Una   muestra   clara,   incuestionable,   irrebatible,   patética   y trágica de esta mentalidad retrógrada y pedante son las modificaciones  al  Código Penal que está virtualmente aprobado  por  el  Congreso  Nacional. He  aquí  un  resumen  de  lo  que  estoy  hablando:

Artículo 249:    De   3    a   6    años    de      cárcel    por fabricar o vender “artículos que por su nombre, marca, envoltura, presentación o apariencia puedan ser confundidos con productos similares patentados o registrados a nombre de otro”. (Esto  no  es  infracción de patente, nótese bien.)

Artículo 299 (4):  De   3    a   6  años    de    cárcel  para quien exporte artículos de primera necesidad o materias primas básicas sin permiso, cuando se requiera, si existen motivos para presumir que con ello puede producirse escasez o carestía.”

Artículo 246: De    3     a    6   años    de    cárcel    para para quien habitualmente (¿qué es habitualmente? ¿una vez a la semana?  ¿todos los días?)  preste dinero…  y no se encuentre inscrito en el registro oficial…  o no lleve libros de contabilidad.

Artículo 299 (5):   De   3    a   6   años   de   cárcel  para quien sin la autorización del banco central de Honduras se dedique a la compra-venta de monedas extranjeras, bien sea que estén representadas con billetes, títulos valores o cualquier otro documento representativo de valor.

Artículo 331: Reclusión   de  2  a  5  años  de  cárcel  a quienes convoquen o presidan cualquier reunión o manifestación sin haber obtenido el permiso o autorización legalmente requerido.

Pero no todas  son así  de caras: les leeré ahora un par de  las  faltas  baratas:

Artículo 345:   De   2    a    4   años     de     cárcel     por ofender a una autoridad pública con ocasión del ejercicio de sus funciones.  (Si el ofendido es el Presidente, el precio sube  de 3 a 6 años).

Artículo 357:   Multa    de     L25     mil    a    L50  mil   al funcionario o empleado público que, a sabiendas, proponga  o  nombre  para  un  cargo  o    empleo público a personas que no reúnan los requisitos exigidos por la ley.

Articulo 410 (8):    De    60     a   90     dias    de    càrcel quien moleste sin necesidad animales o les pone una carga evidentemente excesiva.

Articulo 414 (4):  De    60    a    90   dias   de   reclusiòn quien en balcones, ventanas, pretiles u otros puntos coloca o suspende objetos que, en caso de caerse, puedan causar daño a los transeúntes o vecinos, y

Articulo 418 (1):  De  60  a    90    dias    de   càrcel quien mediante estampas o grabados o de cualquier otra manera ofende la moral y las buenas costumbres.

¿Qué  les parece  este  panorama? Y  sólo  les he mencionado algunos de los artículos que  contiene  ese  infame  Código  Penal. ¿Estamos listos para participar en  la Mega Tendencias mundiales? Para   lo   que  estarían ustedes listos, es para cambiar de carrera. Basta   sólo    el   Artículo 249,    que en la forma escrita, virtualmente  proscribe   y   aniquila   la   competencia. Pues mercadeo, que  es de lo  que  van  a  comer  ustedes, depende de un ambiente de competencia para prosperar, florecer, y llevar a los consumidores cada día mejores productos, a mejores precios, con mejores condiciones en la satisfacción  de  sus  necesidades  y  resolución  de  problemas. ¿Pueden  ustedes  ahora   apreciar  el  reto  que  tienen?

Donde estamos y para donde Vamos

El   reto   es  precisa y obligadamente mejorar o adecuar nuestro  entorno! Algo  así como preparar la  tierra  antes    de   poder cultivar  y  cosechar. En otras palabras  tenemos  que quitar la  capa  de concreto que nos impide crecer, progresar, lograr proporcionarnos  un  mayor  y mejor  nivel  y  calidad de vida. “…Lo importante es saber dónde estamos ahora, para donde vamos, y como se podría llegar allá.”Me  gustan estas frases, y voy a  intentar responder a ellas. Pero  quiero  antes   dejar     plenamente   claro    que    lo   que aquí  manifiesto  o  expongo  es  mi opinión, mi apreciación, por decirlo así mi verdad, aunque sí documentada y fundamentada. En  otras  palabras,  en   ningún   momento  pretendo  que   sea la única verdad pues en ese caso estaría cayendo yo en la misma  pedantería  que  lamento.

Repitiendo la  interrogante “…donde estamos  ahora, para  donde  vamos, y  como  se  podría  llegar”. Por     allá     hace   un    rato,    hice     un    breve     perfil   que describía  con  precisión  donde  estamos.

Estamos  en   una   pobreza   deplorable,  y     vamos   hacia más pobreza, y llegaremos allá (a más pobreza) si no cambiamos nuestro modelo económico y político.

Nuestro Modelo Económico-Político

¿Y qué modelo económico tenemos? Pues  bien,  lo  que  diré  sorprenderá  a  algunos. Contrario   a  lo   que  oímos   en    la    radio,   leemos    en  los periódicos  y  vemos  en  la  televisión, nuestro modelo o sistema No es capitalista; No es neoliberal sólo  porque  tenga algunas características comunes con esos modelos, como tampoco es comunista ni socialista porque también tenga algunas características con esos sistemas. Técnica y  realmente hablando,  nuestro sistema  es   mercantilista.

La   importancia   de  esta   afirmación  (aparte   de  saberlo   por saber  que  es  algo)  es  doble:

Si    sabemos   lo   que   algo   es,  conoceremos   sus atributos,   sus reglas, su comportamiento, y seríamos consistentes y congruentes en su aplicación para obtener  el  máximo  beneficio,  y si   conociendo    la   naturaleza    de   ese    algo  (en este caso el mercantilismo), nos parece absurdo y contraproducente (como en nuestro caso lo es), entonces tenemos el derecho y obligación de rechazarlo y poner en marcha uno nuevo y mejor. Veamos  que  es  el   mercantilismo,  y  determinemos  si  tiene alguna semejanza con lo que existe en un lugar del mundo muy conocido por ustedes.

Escribe  Hernando  de  Soto    en    “El   Otro   Sendero”,    libro excelente  y  revelador:

“Para el diccionario de las ciencias sociales de la UNESCO…  “Mercantilismo es la creencia de que el bienestar económico del estado (pueblo) solamente puede ser asegurado por reglamentación gubernamental de carácter  nacionalista…  o según otros que enfatizan el papel del sector privado del mercantilismo, es la “oferta y demanda de privilegios monopólicos utilizando la maquinaria del estado”  (Pag.251) Para  Charles  Wilson, amplía Hernando de Soto, “el sistema mercantilista estaba compuesto por todos los recursos legislativos, administrativos y reglamentarios, por los cuales sociedades predominantemente agrarias buscaban transformarse en sociedades comerciales e industriales…  para lograr sus objetivos, el estado mercantilista concedía privilegios a productores y consumidores favorecidos por medio de reglamentaciones, subsidios, impuestos y licencias.”  (Pag.252).

¿Qué  les  parece   este   retrato  económico⎯social? Pues  bien,  este  sistema  es el  que existió en Europa del Siglo   XV  al  siglo   XIX,  y   es   el   que  heredamos    de   nuestra  madre patria,  España, y  que como buenos guardianes de herencia y tradición, existe aún en la mayoría de nuestros países. Podríamos    concluir    entonces   que   tenemos    algo   así como  unos  500  años  de  atraso! Ese sistema  anticuado, retrógrado, absurdo y  contraproducente es  parte  integral  de  nuestra  cultura! Y  si   nos  ha    generado   una    pésima    condición⎯pobreza, dependencia, incapacidad, atropello o negación a nuestra libertad individual y derechos naturales ⎯ entonces tenemos la responsabilidad de rechazarlo y abolirlo. Para  lograrlo,  tenemos   que   transformar  esa  cultura!

¿Y   por   qué   modelo  cambiaríamos   el  mercantilismo? Por  el   neo (liberalismo),  que   no   existe    ni   ha   existido nunca en Honduras, y, por lo tanto, no puede haber fracasado algo que no se ha implantado aún. Fue  precisamente  el  liberalismo⎯que   en   Latinoamérica    se conoce como neoliberalismo por haber sido recién descubierto ⎯ el antídoto o correctivo que se le aplicó al mezquino y empobrecedor sistema mercantilista.

¿Qué es exactamente el neoliberalismo? El    neoliberalismo    no    es    libertinaje,   ni   es  “dejar hacer, dejar pasar” con el sentido negativo y odioso que generalmente  le  dan.

167. “Dejar   hacer,   dejar   pasar”    tiene    un    origen    noble     y Liberador, Aprendí en algún lado.  Se refería a la libertad de escoger profesión u oficio (dejar hacer), y a la libertad de tránsito (dejar pasar) sin pedir permiso a reyes, príncipes, duques ⎯ y  hoy a gobiernos o autoridades. El   neoliberalismo  no  es  una ideología  en  el  sentido  de   un conjunto de reglas y normas que prescriben, estipulan o rigen un  comportamiento  determinado para lograr ciertos fines. Para  Mario Vargas  Llosa,  famoso  escritor  y  crítico   peruano: “El neoliberalismo es tolerancia, creer en la relatividad de las verdades (no en el monopolio de la verdad), estar dispuesto a rectificar el error y someter siempre las ideas y las convicciones a la prueba de la realidad.  Por eso el liberalismo es una filosofía (modo de pensar)… No una ideología. Continúa diciendo Vargas Llosa: “Muchos no tienen la menor sospecha de lo que se trata, pero comprenden,  eso  sí, que  es  una palabra de fogosa actualidad. “Para una versión estereotipada ⎯ pero muy extendida ⎯ (neo) liberalismo quiere decir capitalismo y mercado nada más.

“En verdad, aclara Vargas Llosa, “antes que eso, quiere decir libertad económica y política, propiedad e imperio de la ley (derecho).” Según   Carlos   Alberto  Montaner,    otro   famoso    columnista

exiliado cubano residiendo en España:

“El    (neo) liberalismo   es    un     modo     de     entender     la naturaleza humana y una propuesta para conseguir que las personas alcancen el más alto nivel de prosperidad potencial que posean (de acuerdo con los valores, actitudes y conocimientos [cultura?]  que tengan) junto al mayor grado de libertad posible… Al mismo tiempo el (neo) liberalismo descansa en dos actitudes vitales que conforman su talante: la tolerancia y la confianza en la fuerza de la razón.

Ampliando  este  concepto, agrega  Carlos  Montaner:

“… La esencia de este modo de entender la política y la economía radica en no señalar de antemano hacia donde queremos que marche la sociedad, sino en liberar las fuerzas creativas de los grupos e individuos para que estos decidan espontáneamente el curso de la historia (todos somos protagonistas activos).  Los (neo) liberales (capitalistas) no tienen un plan para diseñar el destino de la sociedad, incluso les parece muy peligroso que otros tengan esos planes y se arroguen el derecho de decidir el camino que todos debemos seguir.” Demás  está  decir  que   estas  ideas  o   teorías  existen  desde hace 200, 300 ò más años, y que no eran desconocidas por nuestros próceres Francisco Morazán y José Cecilio del Valle. José  Cecilio del  Valle,  escribía  así  del   mercantilismo: “[Bajo este sistema] el propietario no [es] señor de lo suyo, con derecho a disponer libremente de lo que le  [pertenece]. No puede [exportar]  su dinero a los mercados en donde  [tiene] más valor; extraer sus frutos a plazas en donde se [vendan] al precio más alto.  [Debe] ser víctima de las trabas, restricciones y monopolios aconsejados por la secta mercantil y erigidos en ley por los gobiernos.” Refiriéndose  a  la  inclinación  del   hombre   por  dominar a susSemejantes, Valle condena: “Cada sociedad fue vista como un cuerpo que sólo puede subsistir devorando los demás; y el hombre como pupilo que, en todos los periodos de su vida, debe ser guiado por la mano de un ayo. Dice Valle en tono crítico: “Se formaron para su dirección distintos sistemas; se multiplicaron los reglamentos; y el comercio, la industria, las artes, la infeliz y desvalida agricultura, no podían dar un paso sin tropezar al instante con ejecutores puestos, en todas partes, para hacerlos observar.

“…Fue   feliz   la   revolución   de   ideas….”   continúa   diciendo; “Se conocieron los derechos del labrador y del comerciante; se manifestó que la agricultura que labra la tierra y el comercio que lleva a los mercados escasos los productos de los abundantes deben ser libres en sus labranzas y extracciones e importaciones”.

Citando   después  a  su   mentor,   Jeremy    Bentham,   filósofo inglés, escribe Valle: “…No puede haber riqueza ni propiedad, sino habiendo seguridad en la persona, libertad en el giro y respeto a la propiedad”.

Por su lado Francisco Morazán, en su condición de General Jefe Supremo Provisorio del Estado de Costa Rica, aplicó estos conceptos libertadores sin vacilación a llegar al poder de esa nación.  

Veamos un par de ejemplos:

  1. Decreto LXIII (63) de 1842 (hace 155 años): 

“Considerando: Que el libre desarrollo de la industria es el mejor agente de la riqueza publica, dejando obrar el interés individual sin otras trabas  y restricciones que as muy indispensables al buen orden de la sociedad…” 

  1. Refiriéndose al reglamento de policía, se lee en el considerando: 

“…Hallándose dicho reglamento del todo fundado en principios  los más absurdos y antieconómicos, envuelve una monstruosa aglomeración de poderes y acata de una manera directa la propiedad de los costarricenses y su libertad individual; que pone trabas y restricciones en alto grado perjudiciales a la circulación y aumento de la riqueza pública, destruyendo la libertad de comercio y la industria…”

  1. Decreto 48 sobre el valor de la moneda:

“Considerando: Que el Decreto… de 1841, mandando dar el valor de dieciocho pesos a cada onza de oro acuñado es sumamente perjudicial al comercio y riqueza del mismo Estado;  porque embarazando la libre circulación de la moneda en el exterior, obstruye las operaciones del comercio y perjudica la propiedad de los costarricenses en los cambios con el extranjero; teniendo presente que el aumento de precio en el de la moneda es una operación que no corresponde a los gobiernos, sino que debe ser un resultado del valor convencional que se les dé en el comercio para su circulación y cambio….”

  1. En el Decreto 51 del 13 de mayo de 1842, aprendemos sobre el libre comercio así:

“Considerando: que si en el estado hay una demanda  muy considerable de mulas [podría ser maíz, arroz o frijoles], para conducir el café que produce, el interés individual es el único que puede responder a ella y no las prohibiciones aprensivas que tienden a impedir el uso libre de esta propiedad. Art. 1 y único: queda derogado en todas sus partes el Decreto 25 del 25 de septiembre de 1841, que prohíbe la exportación; y aclara exento de diezmos por espacio de 10 años la crianza de mulas.”        

Es más el liberalismo que también es conocido como “capitalismo”, es totalmente congruente con la doctrina social de la Iglesia Católica.

En su admirable encíclica “Centésimos Annus” Justicia para todos, escribe  el  Papa Juan Pablo II: “42. Volviendo ahora a la pregunta inicial ¿se puede decir quizá que, después del fracaso del capitalismo, y que hacia él estén dirigidos los esfuerzos de los países que tratan de reconstruir su economía y su sociedad?  ¿Es quizá éste el modelo que es necesario proponer a los países del Tercer Mundo, que buscan la vía del verdadero progreso económico y civil?

“La respuesta obviamente es compleja.  Si por “capitalismo” se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de “economía de empresa”,  “economía de mercado”, o simplemente de “economía libre.“  La iglesia no tiene modelos para proponer.  Los modelos reales y verdaderamente eficaces pueden nacer solamente de las diversas situaciones históricas, gracias al esfuerzo de todos los responsables que afronten los problemas concretos en todos sus aspectos sociales, económicos, políticos y culturales que se relacionan entre sí.  Para este objetivo la iglesia ofrece, como orientación ideal e indispensable, la propia doctrina social, la cual  ⎯ como queda dicho ⎯ reconoce la positividad del mercado y de la empresa, pero al mismo tiempo indica que éstos han de estar orientados hacia el bien común.” Esta  es  otra forma  de  definir el  liberalismo, y  es consistente con un postulado fundamental de Adam Smith, padre de la economía moderna, quien dijo que una “mano invisible” guía al individuo hacia el bien común en la búsqueda de su propio bienestar.

Conociendo ahora que es neoliberalismo, preguntémonos ¿Cómo es posible estar en contra de una forma de pensar que nos puede llevar o conducir a realizar nuestros talentos y habilidades a su máxima expresión?¿Cómo  podemos estar en contra de  una forma de pensar que nos puede llevar a realizar nuestro potencial humano como criaturas de Dios, mejorando así nuestro nivel y calidad de vida?

Así   que antes   de   tratar    de    lidiar con esas Mega Tendencias, cualquiera que esas sean, debemos pasar por una “Transformación Cultural”. Ese  es  el  verdadero  reto.

Hace  más  de  500  años  escribió  Maquiavelo: “No hay nada más difícil de emprender, más peligroso de conducir, o más incierto de tener éxito, que tomar el liderazgo de introducir un nuevo orden de cosas, porque la innovación tiene por enemigos a todos aquellos que se han beneficiado de las viejas consideraciones, y por defensores débiles a aquellos que podrían beneficiarse bajo las nuevas condiciones.” En   su    penetrante    y   estimulante,   sino   preocupante   libro preparándose para el siglo XXI, Paul Kennedy apunta que  “… La influencia más importante en la respuesta al cambio de una nación es probablemente  sus actitudes sociales, creencias religiosas, y cultura.” Más   adelante    tiene   el  Sr. Kennedy   esto  que   decir   sobre los que creen que la solución es simple y sencillamente aprender las lecciones del mercado, y tener una población educada y debidamente equipada:

“[Para llegar a esa etapa] no sólo se requiere terminar con regímenes armados, con la incapacidad burocrática, con la protección de intereses creados o especiales, con la falta de protección o seguridad jurídica, con fundamentalismos religiosos, y todos los demás obstáculos al comercio que existen en muchos países de Centroamérica, el medio Oriente y el África abajo del Sahara.  También se requiere una transformación de los sistemas predominantes de valores (cultura) en muchas sociedades del mundo en desarrollo que son contrarias a las normas del racionalismo occidental, la indagación científica, la teoría legal, y el capitalismo.

“… Esa solución ignora el hecho que lo que necesitan las naciones más pobres no es simplemente los efectos liberadores de la economía de libre mercado, sino que también inversiones enormes para mejorar la condición social.”

¿De  dónde  provendrán  esas   enormes  inversiones  sociales?  Es una pregunta retórica que quedará en el tintero.

En Ruta a la Transformación

Primero,   quiero   decirles   que    espero   haberlos   estimulado sino preocupado lo suficiente para que decidan participar activamente en forjar las condiciones que puedan conducirnos a una mejor calidad de vida.

El   desinterés,   apatía   o   desilusión   que   el   modelo   actual ha creado en la mayoría del pueblo, tiene que superarse con la convicción de que el círculo vicioso (falta de inversión/pobreza) en que nos encontramos, sólo nosotros mismos podemos romperlo. Desde   luego,  no   es   fácil    decidir    cómo   aplicar   o   hacia que encauzar esa participación o protagonismo activo. Yo  propongo  que   esa   participación  o   protagonismo  activo tendrá que  canalizarse por  los  partidos  políticos ya  que es el gobierno el que establece directa o indirectamente el modelo económico y social a través de las leyes, reglamentos, boletines, circulares, y ordenanzas así como de su poder de convocación, persuasión, disuasión y represiva. Con  ese  protagonismo  podemos  comenzar  a  crear,  o  influir para que se creen, las condiciones fundamentales para el desarrollo de nuestra capacidad creativa que es la clave para mejorar nuestra calidad de vida. Estas  condiciones   han  sido    expuestas   brillantemente    por el Dr. Lawrence Harrison, diplomático en Latinoamérica por unos 20 años y profesor de ciencias políticas en las universidades de Harvard y Mit, en su libro El Subdesarrollo es un Estado de la Mente.

La  idea  no  es  entrar   en   una   polémica,   o   pretender   que esta sea la única o mejor vía por ahora, para comenzar a mejorar nuestra condición de pobreza. Por   una   parte,   es  la   que  yo   conozco  y    que    encuentro sumamente válida, convincente, y extraordinariamente factible ⎯ y además intelectual, o si se quiere, académicamente desafiante y estimulante.

  1.  Creando   un   ambiente   en   el   cual   el   pueblo   Espere y reciba un trato justo.  Espere  ⎯    Sin  esta  anticipación  se  entorpece o  impide la  toma de decisiones. Puede ser que no llegue a recibir un trato justo, pero sería inesperado o esporádico.
  1. Creando    un    sistema     educativo    (y   de  capacitación)

eficaz  y  accesible  a  todos.

  1. Creando    un    sistema    de     salud      que     proteja    al pueblo de enfermedades que debilitan y matan.
  1. Creando  un  ambiente  que  fomente    la   experimentación

y crítica.

  1. Creando  un    ambiente    que   permita   a    las    personas

tanto descubrir sus talentos y preferencias, como encontrar el trabajo apropiado donde  aplicarlos  o  utilizarlos.

  1. Creando    un    sistema   de    incentivos    que    premie   el  mérito y el logro, y, por el contrario, que desaliente el nepotismo  y  la  influencia;  y
  1. Creando  estabilidad  y  continuidad  que  permite  planificar

con  confianza.

¿Víctimas o  mal  Orientados?

Tenemos  que  reconocer, y  creo que   todos  aquí estaremos de acuerdo, que todas estas condiciones que enumera el Dr. Harrison están dentro de nuestro control. Para   ello,  tenemos   que   sacudirnos,  despojarnos,   rechazarla “teoría de la dependencia” dejar de sentirnos “víctimas”, y recuperar o desarrollar la confianza en nosotros mismos. En   su   libro   recién  publicado,  muy   comentado   y   de  gran venta en Estados Unidos, titulado “The Flight of the Buffalo”  (El Vuelo del Bùfalo) por Ralph Stayer dice, aunque en otro contexto (el empresarial) algo que se asemeja a este sentido de víctima. El  señor  Stayer,   hoy en día  un  consultor  de  empresas   muy cotizado,  revela en su libro que el comenzó a tener muchísimo éxito hasta que reconoció que él era el problema. Creo  que  la  analogía  y   mensaje    para    nosotros   en  estos países  es  obvio!. El    víctima    nunca   piensa    que  debe    él    cambiar;    es  el victimario el que debe hacerlo. Pues   esperemos   sentados   para   no    dar   el    trancazo  al  suelo  porque  no  hay  tal  “culebra de cachos”.

Conclusión

Para   concluir,  quiero   citar   una   vez    más   al   Dr.  Harrison del contenido de su último libro Who Prospers. ¿Quién prosperará en el mundo? se pregunta  el  Dr. Harrison, y contesta: “Prosperarán las sociedades comprometidas con el futuro, con la educación, con logros y la excelencia; comprometidas con una mejor vida para todos;  comprometidas con la comunidad; comprometidas con la libertad y la justicia!!!”

Podría  terminar  mi   intervención   aquí   pero  no   puedo  dejar de  hacer énfasis  en  dos  temas  críticos:

  1.  La  imperiosa  necesidad de una transformación cultural;  y
  1.  La   importancia   de   una   ética   o   culto   al   trabajo.

Escribió nuestro Sabio Valle hace más de 175 años:

“El trabajo es el origen de toda riqueza; el trabajo es el principio de la escala inmensa de valores…

“El pueblo donde haya mayor suma de trabajo, deberá tener mayor suma de riqueza. Esta es la verdadera balanza política.  Las naciones que quieran inclinarla a su favor, deben aumentar los trabajos, únicas pesas que la hacen volver a un lado más bien que a otro.”

Publicado en: Cultura, Economía, Education, Sin categorizar

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2023 · Catracho Global - Powered by Mintec

enEnglish
af Afrikaans sqAlbanian amAmharic arArabic hyArmenian azAzerbaijani euBasque beBelarusian bnBengali bsBosnian bgBulgarian caCatalan cebCebuano nyChichewa zh-CNChinese (Simplified) zh-TWChinese (Traditional) coCorsican hrCroatian csCzech daDanish nlDutch enEnglish eoEsperanto etEstonian tlFilipino fiFinnish frFrench fyFrisian glGalician kaGeorgian deGerman elGreek guGujarati htHaitian Creole haHausa hawHawaiian iwHebrew hiHindi hmnHmong huHungarian isIcelandic igIgbo idIndonesian gaIrish itItalian jaJapanese jwJavanese knKannada kkKazakh kmKhmer koKorean kuKurdish (Kurmanji) kyKyrgyz loLao laLatin lvLatvian ltLithuanian lbLuxembourgish mkMacedonian mgMalagasy msMalay mlMalayalam mtMaltese miMaori mrMarathi mnMongolian myMyanmar (Burmese) neNepali noNorwegian psPashto faPersian plPolish ptPortuguese paPunjabi roRomanian ruRussian smSamoan gdScottish Gaelic srSerbian stSesotho snShona sdSindhi siSinhala skSlovak slSlovenian soSomali esSpanish suSudanese swSwahili svSwedish tgTajik taTamil teTelugu thThai trTurkish ukUkrainian urUrdu uzUzbek viVietnamese cyWelsh xhXhosa yiYiddish yoYoruba zuZulu