¿Confronta el Bono Diez Mil la movilidad social en Honduras?
Ante esta situación desigual histórica en nuestro país y en la región latinoamericana los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC) han surgido como un mecanismo que ataca lo que se cree que es la raíz de la pobreza intergeneracional: la falta de desarrollo físico y educativo básico entre los hijos de los más pobres y menos educados. Se entiende que este hecho los condena a la marginación social desde el momento de su nacimiento.
“La clave de estos programas es cambiar el comportamiento de las familias, una vez que se ha creado este programa el potencial de mejora es tremendo, porque los niños ya tienen una base para desarrollarse y cuentan con mejores posibilidades para incorporarse a la sociedad
La marginación social que se intenta combatir llega a ser tan grave que, “son muchos los hondureños que ni siquiera cuentan con un documento de identificación que los reconoce como hondureños” y que, por lo tanto, no existen ni siquiera en papel para el Estado, con las consecuencias que esto conlleva.
Sin embargo, un programa de este tipo no es en ningún momento un ingrediente único para romper con la pobreza sino solamente una plataforma de salida, de acuerdo con los expertos. Las tasas de pobreza de Honduras son de las más altas de la región. La pobreza por si sola no solo va a caer con este programa social “bono 10 mil” solo trae más deudas para el país. ningún país lo ha hecho. Tiene que ser acompañado de desarrollo económico que signifique mejora a los ingresos de las familias. Los países más exitosos también han diseñado programas exitosos de empleo para la población,
La entrega de dinero en efectivo a estas familias de bajos recursos sirve como incentivo y contrapartida para que los responsables de la familia encuentren, dentro del lenguaje de la supervivencia, un beneficio inmediato a la educación formal y cuidado sanitario de sus hijos. En el caso hondureño, este aliciente se vuelve tan protagónico que es exactamente la cifra de la cuantía económica anual a entregarse a cada familia inscrita que da su nombre al programa: 10,000 Lempiras.
La importancia de esta suma para las familias beneficiarias puede ser difícil de comprender para personas de la clase media, o que sencillamente no viven en la pobreza extrema. Según los resultados de la auditoría social realizada con fondos del BID por el Grupo Consultivo Social el 65% de los hogares que recibe el bono son extremadamente pobres. Así mismo, se hizo una auditoria social y uno de esos resultados alarmantes es que el 30% de las personas que reciben el bono 10 mil no son pobres, el bono es destinado para activistas, gente vinculada a los coordinadores de grupos políticos en los municipios y barrios populosos. Es gente que no necesariamente califica dentro de la categoría de pobres, en cambio los hogares que están en la pobreza no tienen acceso al bono.
Es una contradicción lo del bono a los hogares. De nada sirve y por eso la reducción de la pobreza es muy limitado, que se le entregue una cantidad monetaria, el gobierno reduce la inversión social.
El programa bono vida mejor (antes bono 10,000) cuyos requisitos teóricos para recibirlo son: 1- ser pobre, 2- tener hijos en la escuela y que estos sean vacunados y revisados periódicamente por un médico.
Otros requisitos son: 1- Estar en la lista 2- ser activista del partido de gobierno.
Evidencia de lo anterior son las enormes colas que se forman en las oficinas bancarias de las ciudades principales, donde se observan personas bien vestidas y enjoyadas, bajando de su vehículo particular a recoger el famoso bono.
El Foro Social de Deuda Externa de Honduras ( FOSDEH), denuncio que de los 314, 000 hogares registrados para recibir el bono 10,000, el 32% no calificaban como beneficiarios.
Ante la denuncia del Fosdeh, el gobierno actual reconoció públicamente que aproximadamente 40,000 beneficiarios a quienes se les daba el bono 10,000 no cumplían con los requisitos. Lo gracioso es que el Banco Interamericano de Desarrollo ( BID), quien presta fondos a Honduras para este proyecto, recién había publicado un estudio, aseverando que el programa bono 10,000 era un completo éxito.
La propuesta del gobierno es que mantendrá vigente el bono llamado vida mejor y que ampliara el número de beneficiados, lo que hace pensar a la población más pobre que el bono será por siempre y que hay que tener más hijos para seguir recibiéndolo.
Resultado: el pobre cree que el político bueno es aquel que le da dinero y comida, no el que tiene mejor propuesta o antecedentes y el político piensa que debe haber mayor cantidad de pobres, para que le den el voto a condición de entregarles un bono o una bolsa con alimentos, Trágica combinación para la sociedad.
¿No resultaría mejor educar a nuestra gente en lo referente a la paternidad y maternidad responsable, de las ventajas de tener los hijos que se puedan mantener dignamente, aplicar penas severas a los padres y madres irresponsables, que en las condiciones para recibir los bonos se incluya realizar algún tipo de trabajo comunitario, a efectos que más que una dádiva, este sea una retribución por un trabajo realizado, inculcar y demostrar que de la pobreza se puede salir mediante el esfuerzo individual y colectivo. y utilizar los fondos públicos honestamente en beneficio de la colectividad.?
De esto dependerá el tipo de sociedad que Honduras tendrá en un cercano futuro.
Recordemos siempre: vale más el bienestar de muchos, que la prosperidad de pocos.
Distintos programas bajo la misma marca ocasionan confusión
Si bien el Bono Diez Mil es la transferencia monetaria condicionada más conocida por la opinión pública hondureña, existen una multiplicidad de bonos, consistentes en entregas de dinero en efectivo o subsidios de otro tipo, que completan la cartera de iniciativas sociales del presente y pasado gobierno. La diferencia entre ellos y la posible confusión que puede conllevar el tener distintos programas bajo la misma marca hace necesaria una revisión de su relación con el Bono Diez Mil.
De acuerdo con el último informe al respecto de la Asociación para una Sociedad más Justa, que hace una valoración de la ejecución del Bono Diez Mil, “en adición al Bono 10,000 (el programa creado mediante decreto PCM-10-2010, reconocido y financiado por organismos financieros internacionales), el Gobierno de Porfirio Lobo también ha impulsado otros programas bajo el mismo “branding” –marca- del Bono 10,000 pero que en realidad se rigen bajo otros reglamentos: por ejemplo un “Bono 10,00 para familias de miembros de la Policía, las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Bomberos (creado en el 2011), y el “Bono 10,000 Urbano: Tu educación es mi compromiso” (creado en el 2013). A estas iniciativas mencionadas se pueden sumar otros programas de ayuda social como el bono juvenil y el bolsón escolar.
Las principales diferencias entre ambos programas son: la fuente de su financiamiento, diseño, garantías de ejecución y metas. el bono urbano se financiará a lo largo de esta administración a través de un fideicomiso; del diferencial fiscal positivo que producirá el aumento al del Impuesto Sobre la Venta del 12% al 15% aprobado en enero de 2014; y de los ahorros a causa de la “reingeniería” del organigrama estatal para la ejecución del Bono Diez Mil que apoyan los bancos de fomento.
Deja una respuesta