Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el espíritu de los tiempos – el famoso «Zeitgeist» alemán – cambio y las elites escucharon ese sentir del pueblo que, tras el sufrimiento padecido, repudiaba el derramamiento de sangre. Así, las élites codiciosas, que nunca se plantearon un orden mundial basado en la paz perpetua, concluyeron que las guerras no se podían llevar a cabo mediante el derramamiento de sangre y la destrucción, sino ganándose los corazones y las mentes de la ciudadanía. Ese fue el proyecto que comenzó a gestarse durante la Administración Truman, que transformó su política exterior de guerra clásica para adoptar una nueva estrategia: la guerra psicológica.
El dominio ideológico-intelectual: el «Informe de Adoctrinamiento» de la CIA
Se trataba de transformar los escenarios mentales y ontológicos mediante la utilización de nuevas armas y tácticas bélicas, cuya esencia y probabilidades de éxito radicaban en que los atacados no percibieran el ataque. Seria esto posible? La historia nos enseña que la innovación humana es la base de la victoria en cualquier tipo de combate. Así, el 4 de abril de 1951, durante la Administration Truman, se fundó el Consejo de Estrategia Psicológica (Psychological Strategy Board, PSB), que en su decimoquinta asamblea, celebraba el 11 de septiembre (9/11 !) de 1952, redactó su borrador final.
Desde el punto de vista geopolítico y geoestratégico, en la llamada Guerra Fría, la CIA empleó métodos de psicología social para crear un determinado estado de opinión en la población norteamericana contraria al enemigo comunista, la Unión Soviética, que debía extenderse a los países de su entorno de influencia. Era el inicio de una nueva estrategia de guerra, mas sofisticada y refinada, una guerra silenciosa, sutil y tranquila, la Tercera Guerra Mundial, planteada tanto contra la otra gran potencia mundial como contra la propia población norteamericana y las naciones de su esfera de influencia. El objetivo era construir una actitud de resistencia ante los postulados comunistas, pero una resistencia que en ningún caso debía adquirir formas violentas para evitar el estallido de revueltas civiles incontrolables.
El informa «doctrinal» o «de adoctrinamiento» fue un documento, considerado como «alto secreto», elaborado por la Agencia de Inteligencia estadounidense (descalificado en 2014) y dirigido a convencer «pacíficamente» a los ciudadanos del otro lado de Telón de Acero, así como a los de la zona occidental, de las bondades de la ideología de Estados Unidos. Llama la atención el énfasis que se pone en la necesidad de crear una opinión contraria al comunismo por medio de la insatisfacción, pero sin provocar un escenario de revuelta social generalizado.
En Palabras del CIA, un «programa doctrinal es un ataque programado y sistemático dirigido contra un sistema doctrinal hostil, al mismo tiempo que se realiza una defensa positiva de la filosofía básica del sistema propio». Es decir, se trataba de movilizar la opinión pública y dirigirla hacia una determinada forma de pesar. Por tanto, seguía la senda de lo que Edward Bernays consiguió con sus gigantescas campañas de publicidad y propaganda, aunque ahora se trataba de implementar una política de Estado en un país en estado de guerra permanente contra el enemigo. A fin de cuentas – pensaron los analistas de la CIA -, las mentes de las personas son maleables, volubles, impresionables y responden a estímulos inconscientes que se alejan de la razón. …
Esta es la idea de la Agencia de Inteligencia cuando sostiene que
….. en realidad, la inmensa mayoría de las personas, incluso las cultas e inteligentes, son pasivas …., es decir, aceptan una doctrina, pero no de acuerdo a un razonamiento personal ni a una justificación mental, sino, sobre todo, porque les ha sido presentada durante el proceso de su educación y porque es aceptada por la sociedad, las tradiciones y el entorno en el que están habituadas a vivir.
El «informa doctrinal» tenía una meta muy bien definida, es decir, un grupo concreto al que iba dirigido y que, una vez captado, actuaría como líder de opinión y complice necesario:
El objetivo principal del programa es el grupo restringido de personas capaces de manipular mentalmente cuestiones doctrinales y de establecer su propio criterio a partir del punto de vista doctrinal, ya que tratarán de convencer a otras personas e influir en ellas para que modifiquen su doctrina original. Ese grupo es el objetivo principal del programa … También es este grupo el que más probabilidades tiene de prolongar la eficacia del enfoque iniciado por la campaña estadounidense para que parezca un cambio autóctono.
O sea, en última instancia se trataba de que el cambio de «enfoque» – cambio de opinión – debía parecer «autóctona», propio, como si toda la población adoptara una nueva manera de ver el mundo y la realidad mediante sus propios argumentos y no or argumentos inducidos por otros:
Según el programa doctrinal, un grupo relativamente reducido de individuos, mediante el uso de su capacidad intelectual, tiene peso e influencia para formar o, como mínimo, para predisponer las actitudes y las opiniones de los líderes de opinión en un determinado ámbito. … El programa doctrinal consistirá en poner en contacto a esa élite con un modelo (de pensamiento) que preparará a esos intelectuales para que se muestran favorables a la filosofía de quienes planifican este programa doctrinal.
Es decir, ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Ellos – la CIA – crean un modelo de pensamiento que debe ser adoptado por la mayoría, para lo cual necesitan formar a una élite intelectual – líderes de opinión – que asuma y defienda esos principios y logra generar simpatías entre la población hacia ese nuevo patrón. Escalofriante? Os animo a seguir leyendo:
Un programa doctrinal, como otras actividades propias de las operaciones psicológicas, no se puede reducir a hechos ni a estadísticas. Sin embargo, se ha demostrado que la influencia de las ideas es poderosa en la larga historia de la humanidad. Basta recordar la difusión rápida de las ideas religiosas relacionadas con el cristianismo y el islamismo para darse cuenta de la significación que tienen las ideas para motivar la acción humana.
Pero «motivar la acción humana» acaso no significa dirigir la acción humana? Además, el PSB afirma que el valor de los hechos y las estadísticas deben relegarse en favor de una idea poderosa. Lo real ya no tiene valor frente a la charlatanería bien argumentada de los líderes de opinión. Prima el arte de la retórica frente a la verdad.
Recordemos que el «informe doctrinal» de la CIA se concibió en plena Guerra Fría, cuando el adoctrinamiento comunista parecía estar ganando la partida ideológica e intelectual al «mundo libre»:
Aunque el registro histórico no proporcionaba una justificación lógica para que Estados Unidos emprendiera un programa doctrinal consciente, un análisis de las campañas comunistas sería suficiente justificación para que emprendiéramos esta actividad con mayor énfasis. Durante treinta y cinco años, los bolcheviques han participado en una campaña gigantesca para ganar adeptos al comunismo internacional … Durante todo este tiempo, han supuesto constantemente que el progreso hacia la dominación mundial requería un énfasis equitativo en tres factores básicos: el modelo de las expansiones nacionales previas – tanto las suyas como las nuestras – : el fusil, el arado y la Biblia.
Está claro que la CIA no siente ningún pudor a la hora de hablar de «dominación mundial» y de reconocer que no lo estaban haciendo lo suficientemente bien. Tenían la supremacía económica y militar, pero les faltaba la ideología. Les faltaba una Biblia:
Para hacer frente a este desafío, hemos reforzado considerablemente dos de nuestras armas, la militar y la económica, pero no hemos conseguido hacer hincapié en el mismo grado sobre el tercer elemento, el doctrinal o ideológico, un elemento que los dirigentes soviéticos han desarrollado a lo largo de treinta y cinco años de trabajo intensivo. No afirmamos que en Estados Unidos el comunismo atraiga en mayor medida a las masas desfavorecidas. Es cierto que las muchedumbres hambrientas son buen material para …. los líderes comunistas, pero también es un hecho bien conocido que el comunismo se desarrolla menos en los estómagos vacíos que en las cabezas huecas.
De modo que, si las cabezas huecas son esenciales para el dominio psique, la ofensiva pasaba por vaciar las mentes de las personas para luego llenarlas de doctrinas capaces de doblegar sus espíritus hasta el punto de someter sus voluntades e imponer un nuevo ‘Zeitgeist’. Para conseguirlo se debía comenzar por las escuelas aplicando el «entrenamiento en sensibilidad», que consideraron el gran descubrimiento de la psicología de masas del siglo XX. Hoy lo encontramos en la «educación universal» de la Agenda 2030-50, de la que hablaremos luego.
Fuente: Cristina Martín Jiménez, La Tercera Guerra Mundial ya esta aquí, Paginas 104 – 109
Nota para los lectores en alemán: La traducción ha realizado la inteligencia artificial de Google. Por esto a veces no es tan buena como la de un traductor humano. Me disculpo por esto!
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