El nuevo Presidente de Mexico Andrés Manuel Lopez Obrador escribe en su libro programático con el titulo «2018 la salida» en los paginas 19ff lo siguiente que también es muy relevante para toda Latinoamérica y Honduras en especial:
«En términos de bienestar colectivo la política de pilaje se ha traducido en un rotundo fracaso y ha conducido a la ruina del país. En lo económico y en lo social hemos retrocedido en vez de avanzar. Pero nadie debería sorprenderse: en realidad el modelo esta diseñado con el propósito de favorecer a una minoría de políticos corruptos y delincuentes de cuello blanco que se hacen llamar hombres de negocios. Este ejercicio gubernamental es ajeno a políticas publicas pensadas para promover el desarrollo o procurar la justicia. No se trata de atender demandas sociales con fines humanitarios o de acciones para evitar conflictos y violencia; tampoco se pretende gobernar con rectitud y honestidad, sino de ocupar casi todo el aparato burocrático en operaciones de traslado de bienes del pueblo y de la nación a particulares, con el engaño de que eso traerá prosperidad.
Como resultado de este bandidaje oficial, entre otras calamidades se ha producido una monstruosa desigualdad económica y social. Mexico es de los países con mas opulencia y pobreza en el mundo. Según una investigación publicada en 2015 cuyo autor es Gerardo Esquivel, maestro del Colegio de Mexico y graduado en economía en Harvard, el 10 por ciento de los mexicanos concentra el 64.4 por ciento del ingreso nacional, y el 1 por ciento acapara el 21 por ciento de la riqueza del país. Pero lo mas significativo, la nota, como dirían los periodistas, es que la desigualdad en Mexico se profundizó precisamente durante el periodo neoliberal o neoporfirista. Este mal endémico se agravó y se hizo más patente con las privatizaciones.
También es importante añadir el siguiente dato: en julio se 1988, cuando Salinas fue impuesto mediante un fraude electoral, en la lista de la revista Forbes, donde figuran los hombres más ricos del mundo, solo aparecía una familia mexicana, la de los Garza Cada, con 2.000 millones de dólares; pero al finalizar aquel sexenio ya estaban incorporados a ese listado 24 mexicanos más que poseían en conjunto 44.100 millones de dólares. Casi todos ellos habían sido beneficiados con empresas, minas y bancos propiedad de todos los mexicanos. Luego de estar colocado en 1988 en el lugar 26 entre los países del mundo con más millonarios, en 1994 Mexico llegó a ocupar el cuarto sitio, solo por debajo de Estados Unidos, Japón y Alemania.» Hasta aquí el texto del Presidente Mexicano Andrés Manuel Lopez Obrador.
En general se puede decir que internacionalmente la privatización privatiza las ganancias y socializa las pérdidas – un concepto muy interesante para minorías poderosas pero desastroso para las mayorías en cualquier país.
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